Empecemos por definir el concepto de conciencia situacional.
1) En un contexto de emergencia con niños ¿qué es tener conciencia de la situación?
Tener conciencia de la situación (o «conciencia situacional») se define técnicamente como “la percepción de los elementos del entorno dentro de un volumen de tiempo y espacio, la comprensión de su significado y la proyección de su estado en un futuro cercano”. En otras palabras, es saber lo que sucede a tu alrededor. La conciencia de la situación se puede fomentar estando atento y utilizando la intuición. Observas lo que sucede a tu alrededor, sabes lo que es normal, identificas las desviaciones cuando ocurren y respondes a ellas en consecuencia.
La conciencia de la situación se define como un proceso clave que ayuda a tomar decisiones exitosas en un amplio espectro de escenarios que involucran la protección de la vida humana. Ha sido fundamental en sectores como la aviación, la navegación, la atención médica, la defensa, la atención de emergencia y muchos otros. La capacitación en ella ayuda a evitar que se produzcan errores de juicio, mejorando así la eficiencia al manejar situaciones de alto riesgo.
Por ejemplo, históricamente, los militares la utilizaron para desarrollar tácticas para encontrar la ubicación del enemigo, calcular su aproximación y planificar los próximos pasos. En la década de los 80, las aerolíneas comerciales utilizaron la «conciencia de la situación» para desarrollar pantallas de navegación integradas que mostraban de manera más eficiente los parámetros de vuelo y reducían la carga de trabajo del piloto. Al comprender el presente, se ayuda a predecir el futuro y se le da a la gente el poder de impactar radicalmente el resultado de una situación.
2) Por qué es importante aprender sobre la conciencia situacional
Aprender conciencia situacional te ayuda tanto profesional como personalmente. Los líderes empresariales la usan para estudiar acciones y eventos pasados, analizar lo que está sucediendo actualmente y dirigir su negocio hacia un futuro más positivo. Mediante su conocimiento, los líderes pueden crear una estrategia comercial efectiva que brinde claridad a sus objetivos operativos. De esta manera, las amenazas se abordan desde el principio y las pérdidas se minimizan de manera eficiente.
Enseñar a los niños conciencia situacional les ayuda a comprender y evaluar las complicaciones del mundo en el que viven desde una edad temprana. Los hace responsables de su propia seguridad, así como de la de sus familiares y amigos. También los familiariza con las reglas genéricas de la comunidad.
La conciencia situacional permite que los niños sean independientes y asertivos mientras se familiarizan con su entorno. También les ayuda a tener confianza cuando se enfrentan a circunstancias difíciles. En última instancia, la conciencia situacional agudiza la inteligencia perceptiva de un niño, ayudándolo así a resolver tareas cognitivas en el colegio o en el hogar. En el caso de una situación de emergencia con niños, éstos están mucho mejor preparados para enfrentarla si se les ha entrenado en la conciencia situacional.
3) ¿Cómo puedes ser más consciente de la situación?
La conciencia situacional es más una mentalidad que una habilidad y, por lo tanto, cualquiera puede aprenderla. El primer paso para desarrollar esta mentalidad es reconocer el hecho de que las amenazas existen en todas partes. Al negarse a reconocer la existencia de amenazas, la capacidad de una persona para luchar contra situaciones incómodas disminuye considerablemente. Superar la ignorancia de uno allana el camino para el segundo paso para volverse consciente de la situación.
Debes aprender a asumir la responsabilidad de tus acciones y tu seguridad personal. Los recursos son finitos y, por ejemplo, podrías sustituir la falta de suficiente personal de seguridad en tu vecindario. Al usar la conciencia situacional, puedes ayudar a un vecino anciano a cruzar la calle de manera segura o brindar refugio a un animal sin hogar antes de una tormenta eléctrica.
También debes aprender a usar tu intuición para evitar que ocurran accidentes. Nuestra mente subconsciente a menudo nota señales alarmantes que la mente consciente no siempre reconoce. Usar tu instinto mientras vas por caminos desconocidos o callejones oscuros puede ayudarte a evitar encuentros potencialmente peligrosos.
Por último, usa la conciencia situacional de manera intencionada. Practicar la conciencia situacional requiere que te esfuerces y prestes atención a tu entorno cuando es difícil no distraerse. Observa a las personas, los lugares y las actividades que te rodean y trata de permanecer enfocado en tu presente.
4) Formas en que puedes enseñar conciencia situacional a los niños
Se cree que los niños son más intuitivos y observadores que los adultos. Entrenarlos para que sean perceptivos desde una edad temprana los ayudará a lidiar con los problemas cuando tú no estés cerca. A continuación se muestra una estrategia de cinco pasos que podrías usar para que tu hijo sea más consciente de la situación:
4.1) Reconocer las referencias
En primer lugar, debes familiarizar a tu hijo con la referencia, es decir, situaciones, objetos y comportamientos que se consideran normales. Identificar lo normal les ayudará a ver cuándo algo no es normal.
Aprovecha cada oportunidad para mostrarle cuál es la forma normal de hacer las cosas o la manera de comportarse. Enfréntale a situaciones diferentes, cuantas más mejor. Los niños aprenden muy rápido y, ya verás como en seguida sabe distinguir lo normal de lo que no lo es.
Como ejemplos podemos considerar el comportamiento de las personas en escenarios como un restaurante, un concierto, un parque, una farmacia, etc. Asegúrate de hablar constantemente sobre la referencia y de esta manera ayudarle a identificar las desviaciones sobre ella.
4.2) Se consciente de los sesgos
Cuando nos encontramos en un entorno cómodo, a menudo pasamos por alto las señales que requieren atención. Un ejemplo de esto podría ser cuando estás llegando a un semáforo y ves que la luz verde se vuelve amarilla. Lo normal al llegar a la intersección es reducir la velocidad y parar. En cambio, muchas personas aceleran y siguen conduciendo con la esperanza de evitar que se ponga en rojo.
Es importante tener en cuenta los sesgos como el anterior, ya que podrías recibir una multa por pasarte un semáforo en rojo. Enséñale a tu hijo a estar atento y alerta cada vez que salga de casa. Muéstrale cómo confiar en sus instintos y luchar contra los prejuicios cuando se trata de seguridad personal.
4.3) Identifica cualquier inconsistencia
Una vez que hayas trabajado en establecer puntos de referencia, tu hijo podrá identificar anomalías cuando sucedan. Estos pueden tener la forma de una persona, un evento o comportamiento inesperados. Como ejemplo, dale a tu hijo nueces sin cáscara durante cinco días consecutivos. El día 6, dale una nuez con cáscara y observa qué hace con ella. También puedes hacer varios ejercicios al aire libre donde enseñarle a stu hijo a detectar similitudes y diferencias entre objetos.
Cuando tu hijo realice estas actividades con éxito, podrá identificar anomalías más grandes y graves cuando ocurran. Por ejemplo, lleva a tu hijo a un zoológico y pídele que te avise cada vez que escuche un ruido extraño o un olor fuerte. Explícale de dónde vienen estos ruidos y olores. Al expandir tu conocimiento, estás ayudando a tu hijo a sortear con seguridad las inconsistencias que no ve todos los días.
4.4) Evita ser tú mismo una anomalía
A veces te encuentras en situaciones en las que llamas la atención y afectas la línea de referencia. Enséñale a tu hijo a ser consciente cuando él mismo está cambiando la referenia. Si se aleja de ti en una tienda de ropa y deambula solo, podría estar llamando la atención de los adultos como un posible niño perdido. Si la gente se le acerca y le pregunta al respecto, podría volver al comportamiento normal explicándose a sí mismo.
4.5) Responde a la inconsistencia
La conciencia situacional te enseña a responder a un determinado escenario y ser capaz de responder de una manera madura creando un impacto en las personas que te rodean. Muéstrale a tu hijo ejemplos específicos de cómo reaccionarías tú en situaciones inesperadas. Por ejemplo, ¿qué harías si perdieras las llaves de tu coche? ¿O si te quemas la mano mientras cocinas?
Prueba cómo responde tu hijo a las anomalías mediante el uso de una variedad de ejercicios. Familiarízalo con las calles del vecindario que conducen a donde vive. En lugar de tomar la misma ruta para llevarlo a casa, toma un camino diferente un día y pregúntale qué ruta le llevará a casa. Trata de hacer actividades similares con él regularmente para que pueda mejorar su confianza y su habilidad para resolver problemas.
5) Preguntas de conciencia situacional para hacerle a tu hijo
Para mejorar el nivel de conciencia situacional de tu hijo, aquí hay un juego que puedes jugar con él. Hazle preguntas sobre objetos, personas y lugares con los que se encuentra cada día y dale una puntuación de conciencia situacional basada en sus respuestas. A continuación hay una lista de posibles preguntas que podrías hacer:
5.1) Preguntas sobre objetos
- ¿Cómo se llamaba el parque al que fuimos?
- ¿Cuántas banderas había en la entrada?
- ¿Qué sabor de helado comimos los dos?
- ¿Por qué la carne está en el pasillo congelado y las patatas fritas no?
- ¿De qué color es la camiseta que te compramos?
- ¿Qué tipo de coche estaba estacionado junto a nosotros en el parking?
5.2) Preguntas sobre personas
- ¿Quién era el cajero del supermercado?
- ¿Cuántos clientes había en el restaurante además de nosotros?
- ¿Fue amable el camarero?
- ¿A quién vimos en el cine anoche?
- ¿Quién era el científico con el que habló?
- ¿Qué llevaba el hombre alto en su mano derecha?
5.3) Preguntas sobre lugares
- ¿A qué distancia está nuestra casa del supermercado?
- ¿En qué calle está ubicada tu colegio?
- ¿Dónde fuimos de vacaciones el fin de semana pasado?
- ¿Cuál es el nombre de la farmacia a la que fuimos?
- ¿El hospital está cerca de nuestra casa?
- ¿Dónde buscarías refugio si hubiera un aviso de tormenta?
Todos los puntos y ejercicios comentados en este artículo ayudarán a que cualquier situación de emergencia con niños sea mucho más llevadera. Ayúdalos a ayudarte a rebajar el estrés en desastres o crisis importantes.