Como es obvio, el almacenamiento de alimentos para sobrevivir en emergencias requiere de algún lugar físico adecuado donde guardarlos y mantenerlos en buenas condiciones de temperatura y humedad. Afortunadamente, en la mayoría de las ocasiones no es necesario gastar dinero en comprar recipientes de almacenamiento para ellos.

En primer lugar porque muchas veces el envoltorio original en el que vienen los productos es perfectamente válido. Y en caso de que no sea así o para los alimentos hechos por nosotros mismos en casa, podemos aprovechar y reutilizar los contenedores, botes o botellas que vienen cuando compramos en el supermercado otros alimentos o productos de consumo habitual.

1) Recipientes de almacenamiento reutilizados de tus compras

Veamos a continuación algunos ejemplos de envases que ya tienes y que te pueden servir:

Botellas de plástico (de agua o refrescos, de 2 litros están bien): puedes usarlas para almacenar agua a temperatura ambiente. Asegúrate de rotular la fecha de envase y rotarla cada seis meses. También puedes usarlas para almacenar alimentos como arroz, avena, harina de maíz y otros alimentos secos. Ayúdate de un embudo para llenarlas y asegúrate previamente de que el interior está completamente seco. Añade 1 pequeño absorbedor de oxígeno justo antes de tapar la botella para guardarla.

Frascos de vidrio. Multitud de los productos habituales que compras en el supermercado vienen en botes de vidrio con una tapa metálica que se enrosca: garbanzos, pimientos, lentejas, atún, tomate frito, potitos para bebés, etc. Además, dependiendo del producto que contengan, tienes diversos tamaños para colocarlos fácilmente en el lugar donde los vayas a almacenar. No suelen ser muy grandes (medio litro de capacidad como mucho) así que tendrás que ir guardando varios para que te sirvan como recipientes de almacenamiento de alimentos para emergencias. La ventaja es que podrás adaptarlos mejor a los huecos que tengas.

Los frascos de vidrio son muy prácticos porque enseguida ves lo que hay dentro y puedes tener los alimentos durante más tiempo que en envases de plástico, que se degradan con más facilidad. Puedes rellenarlos con todo tipo de alimentos como azúcar, cereales, harina, leche en polvo o pasta.

Recipientes de almacenamiento de alimentos

Botellas de vino. Puedes utilizarlas de la misma manera que los frascos de vidrio que acabamos de explicar. Sécalas y, una vez llenas, introduce también un absorbedor de oxígeno y luego séllalas.

Recipientes de plástico. Numerosos productos vienen en botes o botellas de plástico (el aceite, por ejemplo) con tamaños que van desde el medio litro hasta los 5 litros. Una vez secos, correctamente almacenados pueden servirnos para guardar todo tipo de productos. Sin embargo, debido a las características del plástico, no los recomendamos para almacenamiento de largo plazo (más de 6 meses). Puedes ver este artículo con más información al respecto.

Cajas de cartón. Si compras en el supermercado a granel o recibes de amazon algún paquete grande, podrás conseguir algunas cajas grandes de cartón que también puedes aprovechar. En este caso no vas a poder colocar los alimentos directamente sobre ellas pero sí podrás organizar los recipientes de almacenamiento dentro de las mismas. Si tienes espacio para ello, estarán mejor organizados y más protegidos. Además, las cajas de cartón te permitirán almacenar otros objetos de supervivencia como ropa, herramientas, etc.

Cajas de huevos. Si tienes algún objeto pequeño que no quieras que se pierda, puedes utilizar los huecos de los huevos para ello y para tenerlos bien organizados. Por ejemplo te pueden valer para guardar pilas (sobre todo las de botón), un silvato, pastillas potabilizadoras de agua, la brújula, mecheros, etc.

No olvides guardar también la tapa transparente de plástico que los cubre.

2) Recipientes de almacenamiento a comprar

A continuación algunas ideas sobre qué tipo de recipientes de almacenamiento comprar:

Bolsas Mylar: La bolsa Mylar es una bolsa que se sella de forma térmica y evita la exposición del contenido al exterior, siendo muy adecuadas para el almacenamiento de alimentos a largo plazo. Al sellarse con calor, una vez introducidos los alimentos y los absorbentes de oxígeno, puedes usar una plancha u objeto similar para sellarlas.

Cajas grandes: Las bolsas Mylar son resistentes, pero pueden dañarse por caídas o rasguños. Lamentablemente, si esto sucede deberás deshacerte de la comida que contienen, lo cual es demasiado riesgo para un plan de almacenamiento de alimentos para emergencias a largo plazo. Así que te aconsejamos introducir éstas en cajas de plástico, más grandes y apilables, donde puedes organizar perfectamente todos los útiles que necesites (no solo alimentos). Cajas transparentes de 15 litros es lo que recomendamos pero, dependiendo de vuestras necesidades, podrían ser mayores.

Envases de plástico herméticos. Indicados para toda clase de alimentos porque son herméticos y transparentes. Busca expresamente aquellos pensados para contener alimentos y evitarás los problemas mencionados arriba. Muy prácticos para contener pasta, legumbres, harina, pan rallado, etc.

3) Otros productos necesarios para almacenar alimentos

No necesariamente recipientes de almacenamiento de alimentos, pero sí necesarios para conservar éstos en perfectas condiciones. Hablamos de lo siguiente:

Absorbedores de oxígeno. Una vez que hayas llenado las bolsas Mylar, tendrás que añadir uno o dos absorbentes de oxígeno según la cantidad y el tipo de alimentos que estés almacenando. La importancia del absorbente de oxígeno es que roba oxígeno del entorno cerrado en el que se encuentra, lo cual evita que aparezcan insectos o microorganismos.