Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la contaminación del aire es la presencia en el aire (interior o exterior) de cualquier agente o sustancia física, química o biológica que modifica las características naturales de la atmósfera. Además, gran parte de la población mundial está expuesta a niveles de contaminación atmosférica muy por encima de lo recomendado. Y también ocurre en los países desarrollados.
La presencia de dichas sustancias en el aire está estrechamente relacionada con el clima y los ecosistemas de la tierra a nivel mundial ya que, algunos de los contaminantes también son fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, responsables del cambio climático.
Como consecuencia, la contaminación del aire afecta de manera importante a la salud y, en general, a la vida de todos los seres vivos del planeta.
En este artículo vamos a tratar la contaminación del aire como un problema, tanto desde el punto de vista individual (o familiar) como desde el punto de vista colectivo, que afecta más allá de nuestra propia familia, ciudad e incluso país. Además distinguiremos entre la contaminación normal que vivimos en el día a día, de la contaminación extrema provocada por un desaste natural o provocado por el hombre.
1) Consideraciones previas sobre la contaminación del aire
Es importante resaltar el matiz, mencionado en la introducción, de «aire interior o exterior», ya que cuando hablamos de contaminación del aire o contaminación atmosférica, inmediatamente pensamos en la polución del aire de nuestra ciudades o ecosistemas, del aire exterior. Si bien éste es un importante factor a tener en cuenta, no debemos olvidar el aire en el interior de nuestras casas o cualquier otro edificio en el que pasemos un tiempo razonable, como puede ser la oficina, un hotel, etc.
El aire interior (que así se llama) es también responsable de problemas respiratorios y otras enfermedades, como se ha puesto de manifiesto en los estudios realizados con motivo de la pandemia del covid-19.
La contaminación del aire exterior, además de los problemas de salud que nos afectan directamente, es también responsable de la contaminación del entorno, del medio ambiente y, por tanto, del cambio climático.
En este artículo veremos ambos tipos de contaminación del aire, sus causas, consecuencias y qué podemos hacer para protegernos de ellas.
En resumen, trataremos los temas según la clasificación de las siguientes tablas.
A) En cuanto a la amplitud de la afectación:
Aire Interior | Aire Exterior | |
Afección Individual (y familiar) | afecciones respiratorias, alergias, etc. | afecciones respiratorias, alergias, etc. |
Afección Colectiva | (1) | cambio climático, contaminación de grandes extensiones |
B) En cuanto al tipo de contaminación:
Aire Interior | Aire Exterior | |
Contaminación «Normal« | afecciones respiratorias, alergias, etc. | afecciones respiratorias, alergias, etc. |
Contaminación Extrema | riesgo para la vida a corto plazo | riesgo para la vida a corto plazo |
2) Causas de la contaminación del aire
2.1) Causas de la contaminación del aire exterior
La principales causas de la contaminación atmosférica «normal» (la contaminación del aire exterior habitual) tienen que ver con la utilización de los combustibles fósiles (carbón, derivados del petróleo y gas) tanto en la industria como en el transporte de todo tipo (vehículos de combustión en el transporte terrestre, aéreo y marítimo). Hay que decir que el transporte por carretera es el responsable de la mayor parte de la contaminación atmosférica en los paises desarrollados.
Además, la explotación ganadera y la descomposición de los residuos orgánicos procedentes de la agricultura, son también fuente común de contaminación del aire. Otras fuentes de contaminación de la atmósfera son los gases producidos por los incendios forestales y las erupciones volcánicas.

En ciertas regiones y épocas del año son frecuentes las calimas, polvo en suspensión (o arena del desierto) que se puede transportar a miles de kilómetros de donde se originó, causando también problemas a grandes colectivos de personas.
Los contaminantes más preocupantes que se expulsan al aire en todos los tipos de contaminación atmosférica incluyen partículas finas (PM2.5 y PM10), monóxido de carbono, dióxido de carbono, metano, ozono, óxido de nitrógeno, dióxido de nitrógeno, azufre, cloro, plomo y dióxido de azufre.
En cuanto a la contaminación extrema, un escenario de este tipo podría ser causado por fenómenos naturales como un incendio o una erupción volcánica de grandes dimensiones o por la caída un meteorito también de gran volumen. En este caso, se producirían dos efectos distintos:
- por un lado, la contaminación provocada en la atmósfera sería muy similar a la contaminación que hemos llamado «normal» ya que los gases expulsados al aire serían básicamente los mismos: partículas finas o cenizas, azufre, hidrógeno, cloro, flúor, metano, monóxido de carbono y dióxido de carbono.
- sin embargo, un evento de estas características provocaría, además, la emisión de gran cantidad de partículas que, aparte de dificultar la respiración, bloquearían la luz solar
En un escenario de contaminación extrema del aire provocada artificialmente (por ejemplo por una guerra nuclear, química o bacteriológica), dependiendo del caso deberíamos añadir la contaminación radiactiva, química o biológica de la atmósfera. Aunque su uso está terminantemente prohibido por los tratados internacionales, todos sabemos lo que ocurre en determinadas situaciones.
Por último, hay que tener en cuenta que, aparte de la contaminación producida en la atmósfera, muchos de estos gases y partículas, al caer al suelo, contaminan también la tierra y los acuíferos, provocando adicionalmente la contaminación del agua de nuestros ríos y lagos.
2.2) Causas de la contaminación del aire interior
La calidad del aire en el interior de nuestras viviendas o lugares de trabajo es más importante de lo que creemos ya que, al tratarse de espacios reducidos, respiramos directamente agentes nocivos en una concentración muy alta, menos diluída que al aire libre.
El aire interior se ve afectado lógicamente por el aire que entra del exterior, por lo que le son de aplicación los puntos descritos en el apartado anterior. Pero, además, los espacios interiores se ven afectados por contaminantes específicos de dichos espacios, como son los siguientes:
- combustión de chimeneas, braseros o cocinas de carbón o de leña
- el famoso folmaldehído, gas tóxico que está sobre todo en aislantes y recubrimiento de muebles
- benceno, óxidos de nitrógeno, plomo
- humo del tabaco
- moho, polen (reacciones alérgicas, irritación, infecciones, etc.)
- asbesto o amianto (fibras que se utilizaban en la construcción como aislante y que está directamente relacionado con enfermedades serias incluso el cáncer de pulmón)
- virus, ácaros, bacterias
Puedes ver más detalles en el siguiente artículo.
3) Consecuencias de la contaminación del aire
Veamos a continuación cuáles son las consecuencias para todos los tipos de contaminación del aire.
3.1) Consecuencias de la contaminación del aire en la atmósfera
Vamos a distinguir las consecuencias de la contaminación atmosférica dependiendo de si se trata de la contaminación habitual o si se trata de un caso extremo producido por causas extraordinarias.
3.1.1) Contaminación habitual
Individualmente, la contaminación de la atmósfera (según lo comentado en el punto 2.1) produce:
- el aumento de enfermedades de las vías respiratorias (disminución de la función pulmonar, asma, neumonías, cáncer) y su morbilidad
- agravamiento de los que ya las padecen
- riesgo de padecer problemas cardiovasculares como insuficiencia cardíaca (especialmente los expuestos a las partículas finas durante tiempos prolongados)
- transtornos neurodegenerativios
Desde el punto de vista colectivo e incluso global, los efectos de la contaminación del aire son la lluvia ácida, la destrucción de la capa de ozono, el efecto invernadero, el calentamiento global y, por último, el cambio climático. En este sentido, gran parte de la comunidad científica sostiene que de no parar las emisiones de forma inmediata, este proceso puede ser irreversible, provocando graves catástrofes (elevación del nivel del mar, inundaciones, sequías, hambrunas, etc.) incluso la destrucción de la vida en la tierra tal y como la conocemos.
3.1.2) Contaminación extrema
Un suceso natural que provoque una contaminación extrema, tendrá los efectos siguientes:
- por un lado, tendrá efectos similares a los mencionados en el apartado 3.1.1 pero fuertemente acelerados: individualmente agravará los problemas de salud, respiratorios, etc.
- además, el bloqueo de la luz solar supondrá graves problemas a medio plazo
En los escenarios de contaminación extrema provocada por el hombre, el riesgo para la vida es inminente y, por tanto, aunque sigue presente, la contaminación habitual queda en un segundo plano. Individualmente, las consecuencias de los distintos agentes contaminantes son las siguientes:
- Contaminación química. Pueden contener:
- agentes tóxicos que procan la muerte: gases nerviosos, gases asfixiantes, gas mostaza
- agentes discapacitantes como los gases lacrimógenos
- agentes incendiarios, que causan quemaduras graves
- Contaminación bacteriológica. Utiliza virus, bacterias o toxinas bioactivas dispersados con aerosoles o explosivos para provocar enfermedades graves en la población. Los más utilizados son el Ántrax, la Tularemia, el Botulismo, la Viruela, el Ébola, la Peste, el Bunyavirus o el Cólera.
- Contaminación radiactiva. Salvo que sea una radiación elevada y directa, no provoca la muerte instantánea sino que, de producirse, será después de un período de tiempo. Produce graves daños en las células que derivan en defectos genéticos, cáncer, malformaciones, alteraciones gastrointestinales, mentales, inmunitarias, etc.

Desde el punto de vista colectivo (tanto si la contaminación extrema se ha debido a causas naturales como artificiales) una contaminación extrema provocará a corto y medio plazo una disminución drástica en la población de la zona afectada y el colapso de los sistemas sanitarios. A largo plazo, puede generar secuelas en los nacimientos de las siguientes generaciones. Además, debido a que el entorno ha podido quedar muy deteriorado, la zona puede tener una recuperación muy lenta, tanto económica como socialmente.
Para los casos de catástrofe natural o guerra nuclear, a medio plazo ocurrirá lo que se llama «invierno nuclear» que provocaría temperaturas gélidas (no vistas desde la edad del hielo) ya que las partículas en suspensión (que pueden permanecer hasta 25 años en la estratosfera) impiden la llegada del sol a la superficie terrestre. Las consecuencias serían letales en las siguientes décadas, millones de muertes por frío y falta de alimentos.
3.2) Consecuencias de la contaminación del aire interior
3.2.1) Contaminación habitual
En relación a la contaminación del aire en interiores, según un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se cifra en 2 millones de personas al año el número de fallecidos por esta causa.
En general, las consecuencias que podemos sufrir individualmente por respirar un aire interior de mala calidad son la aparición o el agravamiento de las enfermedades respiratorias que padecemos (asma, enfermedades infecciosas, etc.) y la aparición de alergias a ácaros, principalmente.
Desde el punto de vista colectivo, afectaría a la capacidad de los sistemas sanitarios de los países. Y, en el caso de pandemias, de forma muy importante.
3.2.2) Contaminación extrema
En el caso de una contaminación extrema, inevitablemente el aire interior se verá afectado por lo explicado en el apartado 3.1.2 para el aire exterior. En el punto siguiente veremos qué podemos hacer para protegernos.

4) Cómo protegernos de la contaminación del aire
La respuesta a la pregunta de cómo protegernos y cómo proteger a nuestra familia de la contaminación del aire, como todo, depende de los riesgos que estemos dispuestos a asumir. Es cierto que la probabilidad de que ocurran algunos casos es baja (nunca nula) pero también es cierto que si ocurren y no estamos preparados las consecuencias pueden ser incluso mortales.
En cualquier caso, por mínimos que sean, los efectos de la contaminación del aire son siempre nocivos para la salud, especialmente entre los más vulnerables o personas que tienen patologías previas o alergias. Así que, valora tus circunstancias y decide qué es mejor en el caso de tu familia.
Aunque veremos lo que tenemos que hacer individualmente para protegernos de la contaminación del aire, tendremos también en cuenta las consecuencias colectivas de la misma para minimizar sus efectos.
Dado que para algunas de las casuísticas que hemos analizado en apartados anteriores las consecuencias de la contaminación del aire son similares, vamos a clasificar de la siguiente manera las acciones para protegernos de ella:
- contaminación habitual
- contaminación extrema
4.1) Contaminación habitual
Hemos visto que tanto en el caso de la contaminación atmosférica como de la contaminación del aire interior los efectos que produce son problemas de salud fundamentalmente respiratorios o derivados de la inhalación del aire contaminado: alergias, asma, infecciones respiratorias, problemas cardiovasculares o neurodegenerativos. Por ello, para exteriores la recomendación será la utilización de mascarillas individuales, con los niveles de protección siguientes:
- mascarillas EPI FFP2 (cumplen el estandar UNE EN-149): eficacia de filtración bacteriana superior el 92%
- mascarillas EPI FFP3 (cumplen el estandar UNE EN-149): eficacia de filtración bacteriana superior el 98%
Siempre deberías tener en casa un stock mínimo de mascarillas para situaciones de emergencia que puedan surgir, especialmente si eres una persona de riesgo.
No se recomienda la utilización de mascarillas quirúrgicas (cumplen el estandar UNE EN 14683) ya que están pensadas para la protección de las personas que nos rodean pero no para protegernos a nosotros de agentes externos, que es lo que estamos tratando en este artículo. Por la misma razón, tampoco recomendamos las mascarillas higiénicas (cumplen el estandar UNE 0064 y 0065).
Para interiores, donde lógicamente vamos a querer quitarnos la mascarilla, la recomendación es la instalación de un filtro de aire HEPA con filtro adicional de carbón activado (de la potencia adecuada a la superficie de nuestra vivienda) que retiene tanto partículas finas como gases:
- HEPA H13 que garantiza la retención de más del 99,95% de las partículas de tamaños incluso de 0,1 micras
- HEPA H14 que garantiza la retención de más del 99,995% de las partículas de tamaños incluso de 0,1 micras
Lógicamente nunca vamos a promover la automedicación en este blog, pero si no hay otra alternativa para los casos en que una situación generalizada de afectados colapsara los sistemas sanitarios, se recomienda disponer en casa de medicamentos de uso común como antivirales, analgésicos y antihistamínicos.
4.2) Contaminación extrema
En el improbable (pero posible) caso de que suceda una contaminacion del aire extrema, las medidas a tomar tienen que ser mucho más drásticas. En primer lugar porque no podremos estar en contacto directo con el aire en ningún momento. Y, en segundo lugar (y no me atrevería a decir cuál de las dos es peor) porque tendremos que prepararnos para pasar (probablemente varios años) sin los suministros habituales de alimentación, bebida y abrigo.
Puede parecer exagerado pero para una situación así deberíamos poder disponer de:
- Un búnker donde resguardarnos del aire exterior. En su defecto, podríamos habilitar alguna dependencia de la casa (si es subterránea mejor) convenientemente aislada del exterior, con muros gruesos y sin ventanas. Veremos cómo hacerlo en futuros artículos.
- Una despensa con reservas de comida y bebida para toda la familia que nos dure uno o dos años.
- Medios para autoabastecernos de comida y bebida.
- Ropa de abrigo
- Elementos de protección como máscaras antigas, trajes aislantes protectores, guantes y gafas especiales para evitar la contaminación radiactiva, química y bacteriológica.
