Las pandemias y los brotes de enfermedades contemporáneos nos sirven como trágico recordatorio de nuestra vulnerabilidad global como especie a las nuevas amenazas para la salud y nuestra incapacidad actual para predecir o prevenirlas.

Que habrá una nueva pandemia es algo que ningún experto niega. Lo que no sabemos es cuándo, cómo de grave será y qué patógeno la desencadenará (virus, bacteria o parásito).

1) Pandemia: definicion

Una pandemia es el brote de una enfermedad que se propaga de forma masiva a través de países e incluso continentes. Afecta a más personas y se cobra más vidas que una epidemia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como una pandemia cuando se hizo evidente que la enfermedad era grave y que se estaba propagando rápidamente por todo el mundo.

El sistema de alertas para pandemias de la OMS establece 6 fases en el desarrollo de una pandemia, desde la Fase 1 (bajo riesgo) a la Fase 6 (pandemia completa):

  • Fase 1: Un virus identificado en animales no ha causado infecciones conocidas en humanos.
  • Fase 2: Un virus animal ha causado infección en humanos.
  • Fase 3: Hay casos dispersos o pequeños grupos de enfermedades en humanos. Aunque la enfermedad se propaga entre humanos, no es lo suficientemente fuerte como para causar brotes en las comunidades en las que éstos se relacionan.
  • Fase 4: La enfermedad se propaga de persona a persona con brotes confirmados a nivel de comunidades.
  • Fase 5: La enfermedad se está propagando entre humanos en más de un país pero permanece solo en una de las regiones de la OMS.
  • Fase 6: Al menos un país más, en una región diferente de la de la Fase 5, tiene brotes a nivel comunitario.

1.1) Diferencia entre pandemia y epidemia

Cuando una enfermedad infecciosa se transmite a tasas inesperadamente altas, hablamos de un brote de la enfermedad. Si el brote se extiende más rápidamente de lo que los expertos esperarían, ya hablamos de una epidemia. Es decir, una epidemia es una enfermedad que se extiende rápidamente entre las personas de una misma comunidad o región.

Por tanto, aunque el problema es el mismo (epidemia y pandemia tienen que ver con la rápida expansión de una enfermedad infecciosa) la diferencia es que la pandemia afecta a las personas de varias regiones de la OMS, mientras que la epidemia está restringida tan solo a una de ellas.

Esta diferencia es importante pues, mientras que una epidemia puede suponer el contagio de toda una población y muy probablemente su confinamiento (entre otros puntos que veremos en el capítulo 3) esta circunstancia se refiere solo a la zona afectada. Pero el resto del mundo sigue trabajando de manera normal y puede suplir rápida y más o menos fácilmente las carencias que esta situación produce.

Sin embargo, una pandemia puede llegar a carecer de esta posibilidad. Todo el mundo estará afectado y tan solo la modificación estructural del orden establecido (relaciones sociales y comerciales entre países, producción, consumo, transporte, trabajo, etc.) puede hacer que no colapse todo el sistema a nivel mundial.

1.2) ¿Cuáles son las causas de una pandemia?

Los virus existen desde hace casi 500 millones de años y el número de tipos diferentes es incalculable. Así que es normal preguntarse ¿qué tiene que suceder para que uno de esos virus, de repente, dé el (gran) salto para convertirse en una pandemia?

En primer lugar, decir que la especie humana ha estado y está permanentemente en contacto con virus de muchos tipos. Y para muchos de ellos hemos desarrollado defensas. Es posible que te sorprenda saber que la mayoría de nosotros hemos contraído «otras versiones» del coronavirus ya que esta familia de virus es una de las que causan el resfriado común. La diferencia es que el virus Covid-19 es un tipo único dentro de la familia de los coronavirus y no habíamos desarrollado inmunidad porque nunca antes habíamos estado en contacto con él (hasta el año 2019).

monos y pandemia

Muchos virus son comunes en los animales salvajes y el peligro surge cuando encuentran una manera de propagarse a los humanos. De hecho, en las últimas pandemias en el mundo siempre ha habido algún animal involucrado (son las llamadas enfermedades zoonóticas). Cuanto más parecida es dicha especie animal a la especie humana, más probabilidades hay de que los virus que les afectan a ellos nos afecten también a nosotros. Bien porque mutan para volverse más infecciosos para nosotos o bien porque entramos en contacto muy cercano con un animal salvaje portador del virus.

Y esto tiene más probabilidades de suceder cuanto más interactuamos e invadimos los hábitats silvestres. De hecho, esta invasión del ser humano es una de las razones por las que hemos visto aumentar las pandemias en los últimos 15 a 20 años. A medida que aumentamos nuestras interacciones con los animales a través de la caza, el comercio de alimentos para animales, las prácticas de cría de animales, los «wet markets» (mercados donde se venden como comida especies no comunes en otros mercados) y la domesticación de animales o mascotas exóticas, la probabilidad de transmisión entre especies aumenta drásticamente.

Por dar algunos detalles, el 60% de las enfermedades infecciosas en humanos provienen de los animales, fundamentalmente de los murciélagos y los primates. Sobre todo los murciélagos (que son de los mamíferos más antiguos) llevan conviviendo con los virus muchos años. Y no les afectan porque se han adaptado a ellos. Es por ello que actúan como reservorios de los virus que, cuando pasan al hombre, sí generan enfermedades.

murcielagos y pandemia

A pesar de todo, la propagación de animal a humano es muy rara (los patógenos de los animales no se transmiten fácilmente a los humano) y, por lo que acabamos de comentar, es más probable que se dé desde mamíferos que desde otro tipo de especies. Pero una vez que un virus salta a las personas, puede propagarse rápidamente entre la población debido a nuestro modo de vida.

No lo causan directamente, pero otros elementos que contribuyen a la aparición de pandemias es la deforestación y el cambio climático, ya que alteramos el hábitat natural de la fauna. Como ejemplo, algunos científicos consideran que éstos pudieron ayudar en la aparición del virus Nipah en 1998, que pasó de los murciélagos al ganado porcino de las granjas y, posteriormente, a los trabajadores agrícolas en Malasia.

En muchos casos, la pérdida de biodiversidad da como resultado que unas pocas especies reemplacen a muchas otras, y estas especies tienden a ser las que albergan patógenos que pueden propagarse a los humanos (murciélagos, ratas, etc.).

1.3) ¿Cómo se propagan los virus?

Los diferentes virus se pueden propagar de diferentes maneras: a través de la sangre (por ejemplo la hepatitis), mediante relaciones sexuales (el sida -VIH-), la alimentación (los norovirus) o por el aire (Covid-19). En particular, el Covid-19 se propaga mediante aerosoles, es decir, a través de las gotas de aire que expulsamos cuando tosemos, estornudamos o hablamos. Y se propaga muy fácilmente entre las personas.

Si combinamos esto con los hábitos de la sociedad actual (viajamos por todo el mundo en cuestión de horas, vivimos en ciudades abarrotadas, nos reunimos en bares, restaurantes, conciertos, parques temáticos, eventos deportivos, etc.), un virus transmitido por el aire que comienza en una parte del mundo puede propagarse rápida y fácilmente por todo el planeta en poco tiempo. Así que, una vez que lo tenemos, dependiendo del grado de infectividad, como hemos dicho antes el virus se puede propagar por todas partes muy rápidamente.

En el apartado 4 veremos la manera de evitar la propagación de estos virus, pero te adelanto que las medidas pasan por evitar el contacto físico directo con la persona y su entorno. El «modus operandi» de los virus es infectar a una persona y propagarse a la siguiente. Y son muy buenos en eso. Sin una vacuna u otros tratamientos, la única forma de detenerlos es cambiar nuestros hábitos y evitar que pasen de una persona a otra.

No hay manera de escapar de los virus. Han existido tanto tiempo como la vida misma. Pero a través de nuestras acciones, nuestros comportamientos y la divulgación científica, podemos prevenir mejor su transmisión.

1.4) Pandemias debidas a bacterias y parásitos

Los virus no son los únicos microorganismos capaces de infectar de forma masiva al hombre. Las bacterias multirresistentes a los antibióticos (un problema creciente en los últimos años) son otra de las principales amenazas para la salud mundial. Éstas, están haciendo temer la aparición de pandemias de origen bacteriano, contra las que actualmente no hay tratamientos ya que, como hemos dicho, los antibióticos están dejando de funcionar. Y mucho antes de lo que se esperaba.

De la misma manera, los expertos dicen que es más difícil luchar contra los parásitos que contra los virus, ya que apenas hay tratamientos contra ellos. Aunque no son causantes directos, algunas de las epidemias más devastadoras del mundo las transmitieron parásitos, como las de la peste o el cólera.

2) ¿Cuántas vidas puede cobrarse una pandemia?

El número de vidas perdidas en una pandemia depende de:

  • el número de personas infectadas
  • la gravedad de la enfermedad
  • la vulnerabilidad de los diferentes colectivos de personas
  • la efectividad de los sistemas sanitarios, tanto en la prevención como en el tratamiento

Así que la cifra puede ser muy variable.

De hecho, si miramos las grandes pandemias de la historia, el número de fallecidos varía entre los 774 del SARS y los 200 millones de la peste negra:

  • SARS (774 muertes oficiales) (2002-2003)
  • gripe A (entre 150.000 y 500.000 fallecidos) (2009)
  • gripe de Hong Kong (1 millón de personas) (1968)
  • gripe asiática (2 millones de personas) (1957-1958)
  • VIH (entre 25 y 35 millones de personas) (década 1970)
  • gripe española (50 millones de personas) (1918-1920)
  • peste negra (entre 50 y 200 millones de personas) (siglo XIV)

Por ponerlo en contexto, el Covid-19 se ha cobrado (a fecha mayo/2022) entre 6,8 millones de personas (cifras oficiales) y 15 millones (estimaciones de la OMS).

Por las mismas razones expuestas, tampoco es posible saber cuánto tiempo dura una pandemia mundial o predecir cuánto va a durar. En los ejemplos vistos arriba hay casos de 1 año, casos de 10 y casos que todavía no se consieran cerrados (VIH por ejemplo).

3) ¿Qué consecuencias tiene una pandemia?

Además de las consecuencias sobre la salud de las personas, toda pandemia, por las dimensiones que adquiere y el riesgo (real y potencial) al que somete a la población, tiene importantes consecuencia sociales, políticas y económicas. Y todo ello a nivel multinacional y muchas veces mundial.

Las consecuencias económicas de la pandemia se pueden manifestar en:

  • pérdidas de puestos de trabajo
  • reducción de la actividad económica y por tanto, caída de la economía, debido a la caída del consumo, la bajada de la productividad y la disminución del comercio internacional
  • empobrecimiento de la población, con especial incidencia en aquellos cuyas profesiones son consideradas no esenciales
  • endeudamiento de los países, debido al mayor gasto social

Desde el punto de vista político se produce una pérdida de confianza en las instituciones que, o bien toman medidas impopulares, o bien no las toman para no perjudicar su imagen ante los votantes.

En cuanto a las consecuencias sociales:

  • se produce el colapso sanitario por contagio de un % alto de la población para el que no estaba dimensinado, no pudiendo evitar la muerte de muchas personas, tanto por la pandemia, como por otras enfermedades que debido al colapso tampoco pueden ser tratadas
  • se produce el confinamiento de las personas en sus casas y por tanto la reducción de los contactos sociales, familiares y laborales
  • dificultades en la educación, tanto escolar como universitaria, al paralizarse las clases o darse de forma remota
  • la interrupción del ritmo de vida normal lleva a relacionarnos de otra manera (online) o a postponer las relaciones menos urgentes
  • cierres de fronteras, incluso de regiones dentro de los países
  • desabastecimiento de algunos artículos, especialmente aquellos que vienen de otras regiones del planeta
  • incremento de las tensiones sociales

A nivel individual, como todas las enfermedades infecciosas, podemos encontrar personas a las que prácticamente no afecta y, otras, en las que la infección se manifieste de manera muy grave. Todo depende de factores como:

  • La especie de virus (unas especies son más agresivas que otras).
  • La inmunidad de la persona (en algunas se puede producir una respuesta más virulenta que en otras). Contra lo que pueda parecer, en algunas personas inmunodeprimidas se puede producir una menor sintomatología pero pueden tener infecciones más graves.
  • La existencia de patologías previas, que se ven agravadas por el contagio.

Derivado de todo ello, aparecen múltiples alteraciones psicológicas, que van desde síntomas aislados hasta trastornos complejos con marcado deterioro funcional, como el insomnio, la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

4) Prevención de las pandemias.

Si hablamos de prevenir las pandemias desde el punto de vista de su misma aparición, lamentablemente tenemos que decir que no está en las manos de ninguno de nosotros, como ciudadanos normales. Tan solo los responsables de seguridad sanitaria de los distintos paises tienen a su alcance medidas para reducir el riesgo de aparición de brotes, tanto si éstos ocurren de forma natural, como si ocurren de forma accidental por errores en la manipulación de patógenos en sus laboratorios.

mercadillos de animales y pandemias

Una de dichas medidas es la monitorización de colectivos de riesgo y la alerta temprana, fortaleciendo los sistemas de atención primaria. Como hemos dicho antes, el origen de la mayoría de las pandemias está en la transmisión de un virus de animal al hombre. Por tanto, una estrategia que debería ser efectiva sería la de vigilar a las personas más expuestas a éstos. Y, en caso de detectar un primer contagio, alertar a las autoridades sanitarias de inmediato.

Una vez contagiados, lamentablemente no existen fármacos que nos libren de los virus, así que lo único que se puede hacer es tratar los síntomas (tratamiento sintomático) y evitar contagiar a otra persona.

La medida preventiva más efectiva encontrada hasta ahora ha sido el desarrollo de vacunas, llevada a cabo en todo el mundo por entidades tanto públicas como privadas. Y afortunadamente se ha demostrado que ante un caso grave podemos tener una vacuna operativa en menos de 2 años, cuando antes se multiplicaba por 10 dicha cifra.

Los ciudadanos normales también podemos colaborar para evitar que se extiendan los contagios, por ejemplo:

  • siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias
  • no confiando en cualquier fuente de información sino solo en las oficiales

También podemos ayudar a reducir las pandemias a través de:

  • La investigación científica continuada. Por ejemplo, la experiencia que han desarrollado con el virus de la gripre los científicos y los médicos donde cada año, rastreamos los virus de la gripe en todo el mundo y analizamos la cepa de ese año para prepararnos para un posible brote.
  • La divulgación entre la población de las medidas que frenan los contagios, para que todos extrememos las precauciones.

En relación a este último punto, a continuación enumeramos las medidas que, individualmente, podemos adoptar para prevenir los contagios.

4.1) Virus que se propagan a través de la sangre

Algunas enfermedades que se contagian a través de la sangre son el virus del sida (VIH) la hepatitis, sífilis, paludismo, herpes, etc. Para evitar los contagios debemos tener presentes las siguientes ideas:

  • No compartir objetos sin haberlos esterilizado antes, especialmente cuchillas de afeitar, jeringuillas y otros artículos médicos o que hayan podido estar en contacto con fluidos corporales
  • No entrar en contacto directo con la sangre de otras personas
  • No practicar relaciones sexuales sin protección

4.2) Virus que se propagan por la alimentación

La higiene y la correcta manipulación de los alimentos es fundamental para evitar las enfermedades de transmisión por alimentos, que pueden contener parásitos o virus. Además:

  • Tira la basura en bolsas cerradas
  • Protege los alimentos de los animales (mascotas que tengas en casa, pero también de mosquitos, etc.)
  • Evitar el comercio y el consumo de animales exóticos
  • Consume solo agua potable o, en su defecto, desinféctala para potabilizarla
  • Lávate las manos con agua y jabón antes de comer
  • Desinfecta los utensilios de cocina y lava frutas y verduras
  • Aunque no nos guste, es muy recomendable cocinar bastante los alimentos y no tomarlos crudos o a medio hacer. Esto es especialmente importante en las carnes, huevos, pescado y marisco
granjas saturadas y pandemias

4.3) Virus que se propagan por el aire

Para el tipo de virus que se propagan a través de aerosoles por el aire (tipo Covid-19) la forma de prevenir los contagios es la siguiente:

  • Llevar mascarilla, tanto para evitar emitir partículas con el virus como para evitar inhalarlas. En este sentido, no todas las mascarillas cumplen ambos objetivos sino, más bien, muchas de ellas sólo alguno de los dos.
  • Practicar el distanciamiento físico unas personas de otras
  • Taparnos la boca y nariz al estornudar o toser con un pañuelo desechable y luego tirarlo a la basura.
  • Evitar los lugares concurridos.
  • Limpiar y desinfectar las superficies de casa todos los días.
  • Lavado de manos frecuente, con agua y jabón. En su defecto usar un gel desinfectante.
  • No tocarnos la boca, la nariz y los ojos a menos que nos hayamos lavado antes las manos.
mascarillas paar las pandemias

5) ¿Qué puedo hacer para prepararme para una pandemia?

Lo que suele ocurrir es que lo pasamos muy mal durante una crisis (en este caso provocada por una pandemia) pero en cuanto pasa, nos olvidamos y la siguiente nos vuelve a pillar sin preparar. Y así siempre. Aquí te aconsejamos romper ese círculo vicioso y planificar lo que te va a hacer falta para la próxima vez que ocurra.

Por ejemplo, puede ocurrir que durante una pandemia no podamos salir de casa o que no haya disponibilidad de los productos que necesitamos y usamos normalmente. Por ello, nuestras recomendaciones son las siguientes:

  • Planifica con antelación en caso de que se interrumpan los servicios, tanto públicos como privados. Por ejemplo, si el colegio y el trabajo van a ser online durante una temporada, quizá sea conveniente que todos los miembros de la familia dispongan de los medios técnicos con antelación.
  • Haz una lista de los contactos que consideras importantes para ayudaros utuamente, tanto en el ámbito del hogar, como del colegio y el trabajo.
  • Compra y almacena suministros de alimentos, agua, medicamentos, artículos de limpieza y mascarillas para al menos dos semanas. Puedes ver un extenso artículo específico sobre este tema aquí y aquí. Esto es especialmente importante si alguien de la familia tiene necesidades especiales, como por ejemplo alimentos para celíacos, etc.
  • Ten siempre ciertos ahorros a mano (como te explicamos en este artículo). Nunca sabes qué puede ocurrir en el futuro. Especialmente si eres más vulnerable a los vaivenes económicos o te dedicas a actividades consideradas no esenciales.
  • Incluso, si te es posible, trabaja en alguno de los sectores considerados esenciales: sector primario, transporte, distribución y venta de alimentos, sector eléctrico, sector sanitario y farmacia, telecomunicaciones, etc.
  • Manténte (a tí y a los miembors de tu familia) lo más saludable posible descansando lo suficiente, comiendo bien y haciendo ejercicio. Además, todo ello ayuda a controlar el estrés.
  • Guarda los documentos importantes en lugar seguro (DNI, pasaporte, escritura de la casa o contrato de alquiler, pólizas de seguros, cuentas bancarias, etc.). Incluso haz copias digitales de los mismos para tenerlos siempre accesibles.
  • Plantéate contratar un seguro médico privado y mira muy bien las cobertura.
  • Vacúnate, si la vacuna está disponible

6) Supervivencia de empresas en las pandemias

Tanto si tienes una empresa, como si eres un profesional independiente o trabajas por cuenta ajena, te interesará saber lo que tienen que hacer las empresas para mejorar sus opciones de superviviencia en una pandemia. Lo último que querríamos en estas circunstancias es perder el trabajo, así que es importante ir preparando el terreno para cuando llegue la siguiente.

Como se pudo comprobar en la crisis del Covid-19 durante el año 2020 y los años siguientes, las pandemias tienen un fuerte impacto en la actividad económica, ya que la vida en general está marcada por restricciones masivas de movimientos y de las interacciones sociales.

Del análisis de los datos de este estudio y este otro, se apunta a que las empresas más productivas tienen más probabilidades de sobrevivir. En concreto:

  • las empresas que sobrevivieron a la crisis del Covid-19 son más antiguas y productivas
  • tienden a ser empresas que invierten en innovación, usan tecnología digital y operan en entornos comerciales menos onerosos

Por el contrario, las empresas menos productivas cierran sus operaciones de forma permanente durante la crisis del Covid-19.

Más allá de la productividad, hay otras características técnicas y comerciales que mejoran la probabilidad de supervivencia de las empresas (especialmente las más pequeñas), como son:

  • La agilidad en la introducción de nuevos productos en el mercado, ya que da idea de la capacidad de las empresas para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado que cambian rápidamente
  • El uso de la tecnología, que se ha vuelto particularmente relevante como una forma de compensar la lejanía física impuesta por los requisitos de distanciamiento social.
  • La capacidad de trasladar el negocio a la red, como forma de no perder los ingresos que han desaparecido de las tiendas físicas, incluida no solo la venta online sino también la logística asociada.